La cirugía es el único tratamiento efectivo para las cataratas. Actualmente, la técnica más avanzada y comúnmente utilizada es la facoemulsificación (FACO) con ultrasonidos. Este procedimiento consiste en la fragmentación del núcleo del cristalino opaco mediante ultrasonidos, a través de una incisión mínima en la córnea. Posteriormente, se retiran los fragmentos del cristalino y, en su lugar, se implanta una lente intraocular (LIO), que restaura la visión al reemplazar la función del cristalino natural. Este método es altamente seguro, con un proceso de recuperación rápida y resultados visuales efectivos.